jueves, 10 de junio de 2010

Audrey iba a ser bailarina clásica, de las buenas por cierto, su cuerpo malnutrido después de la guerra y su 1,65m de altura, le hacían poseer el físico perfecto para subirse a un escenario y bailar el Lago de los Cisnes...Pero las circunstancias le hicieron elegir la interpretación como modo de vida, ya que el teatro estaba un poco mejor pagado que la danza.
Lo que está claro, es que esta niña con educación pija y una madre dura, de las duras de verdad y que hablaba seis o siete idiomas, incluído un poco de español...es todo un icono hoy en día. Me atrevería a decir que las chicas podríamos dividirnos en dos clases, las Monroedianas y las Hepburnianas...

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